Un camino por recorrer

 El viaje espiritual  de cada uno, es un  camino del autoconocimiento, este camino inevitablemente se recorre en soledad, debes  bucear en las profundidades de  ti mismo  para poder encontrarte… Es un largo camino, un  gran reto que debemos afrontar.

Debemos encontrarnos para poder encontrar al otro porque desde la desconexión de uno mismo es imposible conectarse con los demás, no podemos amar a nadie si antes no somos  capaces de amarnos a nosotros mismos, si hay alguna parte que rechazamos  de nosotros, será imposible aceptarla en el otro, no podemos dar lo que no tenemos.

 A veces aunque estamos rodeados de personas   experimentamos una soledad intensa, sentimos que no encajamos, que la gente habla otro lenguaje distinto al nuestro…

En algún momento del recorrido nos encontramos  sincrónicamente con esas almas compañeras, como si  el Universo lo hubiese orquestado, son una autentica bendición para nosotros, con ellos podemos hablar a nivel del alma, son los que te conectan con  las memorias ancestrales de otros tiempos, que permanecían dormidas dentro de ti.

Esos amigos especiales nos acompañan durante un trecho del camino, este puede ser corto o largo, en cualquier caso, durante el tiempo que nos acompañan elevamos nuestra vibración, crecemos  en la misma dirección, dejan una huella imborrable en nuestro corazón permaneciendo junto a nosotros mediante lazos sutiles...

 El viaje espiritual no es un viaje hacia fuera,  sino hacia dentro, no es cuestión de aprender, acumular conocimientos, sino  más bien de recodar  lo que ya está en  nuestro corazón.