EN EL DOLOR
A veces nos sentimos aplastados, decepcionados, confundidos,
experimentando dolor ante los obstáculos que nos pone la vida, deseamos protegérnos
inmediatamente y huimos de él, corremos
en la dirección opuesta pero al llegar, nos encontramos con otro obstáculo, con el tiempo
tomamos conciencia que todo lo que rechazamos de los demás y de nosotros mismos
aparece de nuevo, hasta que aprendamos lo que debemos aprender de esa situación.
Ante el dolor que
sentimos podemos hacer dos cosas huir o quedarnos en él sintiendolo ,donde
nos encontramos expuestos a nosotros mismos, por un lado nuestros conceptos ,nuestras
ideas y por otro nuestro dolor , cuando sentimos que ya no tenemos el suelo
debajo de nuestros pies, ese preciso momento puede ser un lugar de inspiración, donde
la ternura, la compasión surgen en nosotros como un bálsamo
,en ese preciso instante ya no luchamos
, nos abandonamos permitiéndonos solo ser.
Encontramos una mirada nueva en nosotros ,donde aparece la comprensión, aceptación , nuestra mirada se dirige
más allá de lo correcto o incorrecto , el otro ya no es nuestro enemigo, sino
nuestro maestro. Debemos de aprender a mantenernos en ese lugar que no hay
solidez bajo nuestros pies, donde nada
es ni bueno ni malo , cuando dejamos la
lucha con nosotros mismos, seremos capaces de conectarnos con la sabiduría divina
que hay en nosotros.